La semana pasada tuve una súper gripe derivada en bronquitis, y como estoy tan lejos de casa no tengo una súper Mamá que me prepare calditos. Cosa que se echa terriblemente en falta cuando una está malita.
Y como no vale cualquier caldito, allá que se va Marieta a ver a su asistenta y explicarle que su Mamá le prepara caldito de pollo con fideos.
La súper asistenta cocinera sustituta de Mamás le contesta que ella también los prepara pero con verduras a lo que Marieta contesta que su Mamá lo prepara sin verduras porque no le gustan. Imposible dice la asistenta, “que si” insiste Marieta.
Días después Marieta habla con su madre querida por teléfono para descubrir que en realidad el famoso caldo de pollo SI lleva verduras, las ha llevado toda la vida, pero su Mamá se toma la molestia de sacarlas una vez terminado para que ni las huela.
¡Cosas de Madres!
Tras la experiencia un tanto ridícula, me puse a pensar en todas esas cosas comunes a las Mamás, preguntándome si a los demás os pasa lo mismo.
Las Mamás son unos seres de otro planeta a los que les preocupa que la ropa interior de sus hijas esté siempre nueva, porque, ¿qué pasa si tienes que ir al médico y tus braguitas no están impecables? Intenta explicarle a una Mamá que si te sucede algo horrible y el médico está intentando, por ejemplo, coserte media vena, ¡no creo que se pare a mirar si tus braguitas están desgomadas! Por suerte llegaron los tangas a prueba de desgomes.
Las Mamas son videntes en potencia que se pasan tu infancia advirtiéndote de lo que te va a pasar (¡no te subas al banco que te vas a caer!) y cuando pasa te pegan la bronca…
Las Mamás con pánico a los insectos, cuando gritas como una histérica porque hay una bestia peluda en tu cuarto se convierten en Lara Croft, y ni contar cuando te cruzas un perro rabioso… tiembla Terminator.
Las Mamás no están nunca despeinadas, con la manicura sin hacer, o sin depilar … y no importa que veraneases en sitios donde hace 25 años no habían salones de belleza porque la veías salir de la cocina al baño con el tarrito de cera caliente y te ponías a temblar solo de pensarlo… trauma que luego arrastrarías toda tu vida….. dedicando todas tus neuronas a la investigación de la depilación definitiva con láser…
Y hablando de traumas, las Mamas de mi infancia nos dejaban ver solas Candy Candy y Marco… si la muerte de la susodicha de Bambi traumatizó de nuevo una generación, ni que hablar de la madre desnaturalizada de Marco que lo tenía dando tumbos por medio mundo….. Y pensándolo bien, también veíamos Heidi (sin madre, Clara tampoco), la abeja Maya (con madre comunitaria), Sin Familia (otro que va buscando a su madre querida, ¡solo que este ni siquiera lo sabe!) y algunos más… ¿Habría algún mensaje subliminal de nuestras madres en esas meriendas de “bollicao” frente al televisor o de verdad no sabían lo que hacían? Luego te dicen, “el día que tengas hijos espero que sean como tú, para que veas lo que es bueno”, y digo yo, que querrían si ya con tres años nos iban preparando a la vida cruel y terrible que nos esperaba cuando nos abandonaran en medio del bosque? (montañas, colmena, etc…).
Me dicen en el despacho que otra frase famosa de las Mamás es la de “mientras vivas en esta / mi casa …….” Os dejo completar los puntos suspensivos.
Todo esto para decir que aunque seamos una generación de traumatizados y de asistidos que no saben hacer nada sin sus Mamás desde aquí reivindico que quiero a mi Mamá además de por sus sopitas de pollo por sus macarrones y porque echo de menos cuando me quedaba en casa malita y me acostaban en el sofá frente a una televisión que solo tenia dos canales (y fastídiate si tocaban toros esa tarde) para darme jamoncito de York porque las anginas no me permitían tragar otra cosa, mientras el sol entraba por el ventanal dejándome medio dormida.