El domingo de noche me esperaba la única chica que hay entre ellos, que por cierto es muy amable. Después de darle su propina, cuando ya estaba sacando el coche, volvió corriendo y me dijo: a ver ti te puedo sorprender.
¿conoces El sueño de una noche de verano?
Sí le contesté yo, es una obra de Shakespeare.
Durante unos minutos la chica me recitó unos versos de la obra, hablando muy bajito, me costaba entenderla. Cuando terminó me miró y me dijo:
Usted tiene ojos así. Tiene ojos de soñador.
Le sonreí, no sabía que decirle así que le di las gracias y arranqué.
De repente me sentí muy triste.