Campañas en la web

Mientras en España sigue la polémica por el video sobre el falso robo del escaño de Zapatero en el Congreso (agencia Tiempo BBDO, para la Campaña del Milenio de la ONU) yo me dedicaré a comentar un par de cortos publicitarios también pensados para una difusión exclusiva en la red.

No hace mucho miraba la última campaña de Kate Moss.
Consiste en una serie de cortos que serán difundidos únicamente por Internet para promocionar Agent Provocateur, una marca de lencería.
Los cortos se cargan de uno en uno y en ellos la modelo aparece en distintas situaciones por supuesto en diversos conjuntos de ropa interior, con el morbo añadido de ir despojándose de prendas en futuros episodios.

“Dreams of Miss X” se llama el primer corto, y la verdad, me pareció horroroso.
Rodado en blanco y negro con idea de creerse independiente, con una serie de tomas sin ton ni son que quieren parecer un sueño y que resultan una pesadilla para los que las sufren. El maquillaje de la modelo es enfermizo, su cuerpo divino pero nada más. Toda la “atmósfera” sonora es insoportable, el tonito sexy de su voz resulta irritante, y desde luego el conjunto se parece más a la idea de un paraíso artificial que a la de la angustia surrealista de una fantasía.
Y sólo es el primero…

Pensé que era un bicho raro visto que la web se colapsó durante días.

Ayer miraba la nueva campaña de Lamarthe en Internet, y decidí que no, que no soy un bicho raro y que esta campaña probablemente no colapse la red pero tiene mucha más creatividad. Además de una intención Nouvelle Vague muy tierna por su deseo de rendir homenaje al “6ème ” parisino y al cine que lo retrató.
El corto se llama “Electra dans la ville” (Electra en la ciudad) y pone en escena a Electra Rossellini en el Paris de Saint Germain des Près, de los jardines del Luxemburgo y de los cines de Montparnasse. Barrio de poetas, artistas, intelectuales y existencialistas.
La realización corre a cargo de Zoé Cassavetes, rompiendo así la mano dos ilustres hijas de.
La frescura y la ingenuidad se desprenden desde la primera toma, la voz en off, el rostro de actriz/modelo, su ropa y sus gestos.

En la primera campaña todo es una excusa para mostrar a Kate Moss en ropa interior, que al fin de cuentas es lo que venden.
En la segunda para recrear una estética que marcó a toda una generación, en su actitud y en su forma de pensar. ¿O era al revés?

Por cierto el modelo del bolso se llama “Exception”.

www.agentprovocateur.com
www.lamarthe.com