26 septiembre 2006

Los ingleses.

Este título posiblemente dará lugar a varios post en un futuro, pero lo que me motiva hoy es el resultado de un reciente estudio de la universidad de Oxford.

Señores, sujétense a sus asientos, los ingleses descienden de un grupo de pescadores íberos que hace entre 6.000 y 7.000 años llegó a las costas inglesas convirtiéndose dicha oleada migratoria en la base de la población británica.

Tras mis aventuras en Londres y confrontada a las poblaciones autóctonas de la Commonwealth allí presentes, una pensaba que si se tomaba a un inglés y se le dejaba 300 años en una isla desierta junto a un barril de cerveza, le salía un australiano.
Pues no, una se equivocó y lo que dice la genética es que en realidad, si se deja a un grupo de españoles en la isla británica se consigue ¡a un inglés de fiesta en San Antonio!!
¿Será que obedecen a un misterioso y milenario instinto de vuelta a casa? ¿serán estos seres una especie migratoria que recala en nuestras costas huyendo de un frío invierno y con la libido primaveral a 180? Esto explicaría quizá las noches de borracheras y peleas, mostrando así a sus hembras qué individuo es el más fuerte y por lo tanto indicado para la procreación.
Aunque este instinto también podría deberse a las sucesivas invasiones celtas, vikingas y normandas. Este instinto y los ojos azules claro.

Blod of the Isles (“La Sangre de las Islas”) de Bryan Sykes, también autor de Las Siete Hijas de Eva.

(En Las Siete Hijas de Eva este gran genetista y profesor de Oxford detalla un mapa genético del origen común de todos los europeos).

13 septiembre 2006

Cosas de madres

La semana pasada tuve una súper gripe derivada en bronquitis, y como estoy tan lejos de casa no tengo una súper Mamá que me prepare calditos. Cosa que se echa terriblemente en falta cuando una está malita.
Y como no vale cualquier caldito, allá que se va Marieta a ver a su asistenta y explicarle que su Mamá le prepara caldito de pollo con fideos.
La súper asistenta cocinera sustituta de Mamás le contesta que ella también los prepara pero con verduras a lo que Marieta contesta que su Mamá lo prepara sin verduras porque no le gustan. Imposible dice la asistenta, “que si” insiste Marieta.
Días después Marieta habla con su madre querida por teléfono para descubrir que en realidad el famoso caldo de pollo SI lleva verduras, las ha llevado toda la vida, pero su Mamá se toma la molestia de sacarlas una vez terminado para que ni las huela.
¡Cosas de Madres!

Tras la experiencia un tanto ridícula, me puse a pensar en todas esas cosas comunes a las Mamás, preguntándome si a los demás os pasa lo mismo.

Las Mamás son unos seres de otro planeta a los que les preocupa que la ropa interior de sus hijas esté siempre nueva, porque, ¿qué pasa si tienes que ir al médico y tus braguitas no están impecables? Intenta explicarle a una Mamá que si te sucede algo horrible y el médico está intentando, por ejemplo, coserte media vena, ¡no creo que se pare a mirar si tus braguitas están desgomadas! Por suerte llegaron los tangas a prueba de desgomes.

Las Mamas son videntes en potencia que se pasan tu infancia advirtiéndote de lo que te va a pasar (¡no te subas al banco que te vas a caer!) y cuando pasa te pegan la bronca…

Las Mamás con pánico a los insectos, cuando gritas como una histérica porque hay una bestia peluda en tu cuarto se convierten en Lara Croft, y ni contar cuando te cruzas un perro rabioso… tiembla Terminator.

Las Mamás no están nunca despeinadas, con la manicura sin hacer, o sin depilar … y no importa que veraneases en sitios donde hace 25 años no habían salones de belleza porque la veías salir de la cocina al baño con el tarrito de cera caliente y te ponías a temblar solo de pensarlo… trauma que luego arrastrarías toda tu vida….. dedicando todas tus neuronas a la investigación de la depilación definitiva con láser…

Y hablando de traumas, las Mamas de mi infancia nos dejaban ver solas Candy Candy y Marco… si la muerte de la susodicha de Bambi traumatizó de nuevo una generación, ni que hablar de la madre desnaturalizada de Marco que lo tenía dando tumbos por medio mundo….. Y pensándolo bien, también veíamos Heidi (sin madre, Clara tampoco), la abeja Maya (con madre comunitaria), Sin Familia (otro que va buscando a su madre querida, ¡solo que este ni siquiera lo sabe!) y algunos más… ¿Habría algún mensaje subliminal de nuestras madres en esas meriendas de “bollicao” frente al televisor o de verdad no sabían lo que hacían? Luego te dicen, “el día que tengas hijos espero que sean como tú, para que veas lo que es bueno”, y digo yo, que querrían si ya con tres años nos iban preparando a la vida cruel y terrible que nos esperaba cuando nos abandonaran en medio del bosque? (montañas, colmena, etc…).

Me dicen en el despacho que otra frase famosa de las Mamás es la de “mientras vivas en esta / mi casa …….” Os dejo completar los puntos suspensivos.

Todo esto para decir que aunque seamos una generación de traumatizados y de asistidos que no saben hacer nada sin sus Mamás desde aquí reivindico que quiero a mi Mamá además de por sus sopitas de pollo por sus macarrones y porque echo de menos cuando me quedaba en casa malita y me acostaban en el sofá frente a una televisión que solo tenia dos canales (y fastídiate si tocaban toros esa tarde) para darme jamoncito de York porque las anginas no me permitían tragar otra cosa, mientras el sol entraba por el ventanal dejándome medio dormida.

01 septiembre 2006

De vocación: mantenida

Queridos señores he decidido que estoy harta de ser una mujer independiente. Harta y cansada.
Mi nueva vocación es la de ser una Mantenida, pasarme el día haciendo pilates y pintando.
Porque señores, me apuntaría a clases de pintura y acompañaría a mi esposo en sus viajes por todo el mundo, aprovechando para crear unos estupendísimos cuadernos de viaje que me inspirasen una vez en casa. Maravillosos cuadernos llenos de colores y recuerdos (tipo: entradas a museos, moneda del país, arena del desierto…) que terminarían expuestos en el salón. Me aislaría en el taller, mi pequeño momento privado, una galería acristalada anexa a la casa. Esta última de un estilo hibrido entre granjafrancesadelsiglopasado y cottagecampiñainglesaprincipiosdesiglo.
Y no pasaría nada porque mandase al mundo a freír espárragos porque ya se sabe, los artistas tienen neuras… y las mantenidas más…

Y dejaría de ser una persona que tiene que salir todos los días a pelear por la vida que escogió, empezando por enfrentar el trafico y los ruidos, para seguir con las responsabilidades y obligaciones, salir del trabajo para en un tiempo récord estar en esa cena, fiesta, compromiso ineluctable, llegar a casa tarde y agotada a sacar a Lola (súper perra maravillosa).
Y sin entrar a detallar menesteres tales como compras, limpieza, facturas, mantenimiento del coche, veterinario, disgustos imprevisibles, etc…

¡Y eso que todavía no tengo marido ni niños!