10 abril 2008

Mamá dame cien pesetas

Hay canciones que quedan en el recuerdo y marcan toda una vida. Esta de la que os voy a hablar no marcó los anales de la historia pero creo que fue la razón de que Marieta se haya convertido en la tía de las Américas. Aparte de dedicar estos últimos casi 9 años a recorrer el mundo.

Señores ¡acabo de ahorrarme miles de euros de dolorosa terapia!!

Todo comenzó hace unos 20titantos años, en realidad Marieta recuerda la cifra exacta, pero decidió que a nadie le importa ...
En aquella época sus padres tenían un apartamento en Jávea, al borde del canal, y Marieta se dormía todas las noches con el tintineo de los veleros, mecidos por el viento.
Excepto un par de días a la semana, cuando el hotel Los Naranjos (hoy desparecido), organizaba unas cenas con baile (o algo parecido) para sus huéspedes. La cuestión es que la música se escuchaba en toda la zona y uno de los temas de aquellos veranos debió de quedar profundamente arraigado en el subconsciente de la pequeña.

Ahí tenéis la razón de su exilio.

Este pueblo no tiene ni esperanzas ni ambición
Por aquí nunca pasan la alegría ni el amor
Todo el mundo critica lo que soy lo que no soy
Por eso viejo pueblo ahí te quedas yo me voy

No sé, no sé
No sé si volveré
tal vez, tal vez
Un día volveré

Mamá dame cien pesetas porque a América me voy
Mamá dame cien pesetas porque a América me voy
Pero no sé si un día volveré
Pero no sé si un día volveré

Solo cuando recorra el mundo entero pensaré
Si he vivido bastante y si me acuerdo del ayer
Pero si ese mañana es tan triste como el hoy
No lo dudo un momento otra vez diré me voy

No sé, no sé ...


Por suerte Marieta jamás descubrió donde se encuentra Noa, otro gran hit de aquellos veranos.