25 mayo 2007

Me encanta esta mujer


¡Me encanta esta mujer! no importa que baje de un avión embarazada y tras horas de viaje, que vista unos vaqueros y una camiseta en medio de África o que la retraten sobre la alfombra roja, me parece extremadamente elegante.



Y cuando veo fotos como la que abre este blog todavía me gusta más. Quizás por la mirada que le dedica su pareja. O por la luz que se desprende de su rostro.

Os dejo algunas imágenes de la pareja en el festival.
xx






Y bueno, digamos que su chéri tampoco desentona demasiado….
Ni los amigos de este último….

Tuve la suerte de estar un par de veces en Cannes durante el Festival de Cine, pero nunca tuve tanta suerte como para cruzarme a la banda de Clooney (que promociona estos días Ocean’s Thirteen). Legendarios son sus pasajes por Cannes y Saint Tropez, y no porque el grupo se desmadre en forma alguna sino por lo impresionante del elenco…. Convengamos que levantar la vista y encontrase con Pitt, Clooney y Damon de frente en medio de la vorágine del festival debe de ser un tanto sorprendente.
Recuerdo un año en el que los fotografiaron charlando tranquilamente en la parte trasera de un yate, amarrado en Saint Tropez, cerveza en mano.
Y claro una que es realista les pide a sus hormonas que se tomen un descanso mientras va a prepararse un cafecito.

15 mayo 2007

Aventureras

En este blog tenemos debilidad por las aventureras.
Contamos con unas pocas en la familia y entre las amigas.

Siento gran admiración por aquellas mujeres pilotos retratadas en sepia, sonrientes, con la cara bronceada, con botas y faldas largas.
Por aventureras de principios de siglo (pasado) capaces de atravesar una cordillera a lomos de burro, o de dejarse hechizar por África.

Desde hace unos días contamos con una nueva aventurera entre nuestras filas, y queria compartir con vosotros su experiencia.

“El viaje por China duró dos meses, recorrimos desde Beiging a Hong-Kong en transporte público. Habíamos estudiado un poco de chino, pues allí nadie habla inglés, o no lo hablaba entonces pues era el año 98 e íbamos de mochileros. Algunas travesías en tren llegaron a durar hasta cuatro dias completos (no iban los trenes a más de treinta por hora, hasta que llegamos a Hong-Kong). Ellas me miraban con simpatía, o a mi me lo pareció, con alguna llegué a travar conversación y nos escribimos un tiempo, con la ayuda de mi profe de chino. Les resultaba realmente extraño ver a aquella rubia y su mochila, viajando con tres hombres mayores y barbudos, ninguno de los cuales era su marido. Además, en aquel tiempo, tenía pendiente una asignatura y me había llevado mis apuntes para estudiar en el viaje, les encantaba ver mi cuaderno, con mis letras, creo que casi tanto como a mi me gustan las suyas, que sigo practicando en cuanto puedo... cambiamos cosas, Realmente me dejó impresionada la fuerza de la mujer china y su participación en la vida. Los trenes, que están militarizados, eran gobernados por mujeres, ataviadas con distintos uniformes, según su cargo, era algo cotidiano el ver a una mujer conducir un autobús articulado, incluso había mujeres taxistas, aunque los taxis escaseaban. No soy una forofa de ninguna "revolución" pero creo que ha sido un gran avance el haber pasado de una sociedad, prácticamente feudal y, por supuesto, machista, a lo que yo pude percibir en los movimientos cotidianos. Además, he de reconocer, que eran todas guapísimas y tenían unas piernas envidiables que enseñaban sin el menor pudor montadas en sus bicicletas. Alguna vez tuve que decirles a mis compañeros de viaje... eh... que yo también estoy aquí. Según la región en la que estuviéramos, encontramos distintos tipos, etnias, fenotipos o como se diga... en concreto en Xiam eran auténticas porcelanas y, para colmo, altísimas. En fin... no me enrollo más.”
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Post aparte merecen las clases de chino ...
XXX

10 mayo 2007

Orient Express


Cuando Marieta pasa mucho tiempo sin escribir no sabe por donde empezar.

Y le invade la nostalgia, porque le encantaría hablar de todo lo que vivió (o no) en esos días, de la cámara web que le sonrió por casualidad en Internet y hoy candidata a capricho oficial, de la próxima salida de Please ! dedicada únicamente a la joyería, de la última tienda … pero siempre termina escribiendo de lo que uno soñaba cuando todavía creía que en esta vida se puede llegar a ser lo que se anhelaba .

Marieta no sabe muy bien lo que siempre quiso ser (quizás lo sepa demasiado), pero siente retazos, como un déjá vu desazonador. A menudo provocados por un perfume de hombre, un olor de infancia, un rostro conocido, rara vez una canción.

El retazo nostálgico de hoy le vino en forma de Orient Express.
Marieta siempre se preguntó como sería un Paris ~ Venecia en el mítico tren.
Cuando viajar todavía era una aventura y los baúles, cubiertos de sellos se amontonaban en los andenes. Cuando los hombres se levantaban cada vez que sus mujeres iban al tocador, y las Mata Hari se paseaban en blanco y negro por los pasillos de los vagones.
Marieta quizás elegiría otro tramo de recorrido, con destino a Estambul o a Budapest y no habría dejado de fumar, por eso de que le diesen fuego con un encendedor de plata envejecida.
Y reservaría mesa en el coche restaurante, dónde fumarse un habano tras la cena, acompañada de un buen coñac, y se mezclaría con el resto de los viajeros inventándoles una vida de escritores y reporteros, de diplomáticos mujeriegos o de vividores en busca de mejores vientos.
Quién sabe si no se descubriría intrépida y viajaría en alguno de aquellos trenes espectaculares que atravesaban la selva tropical. Con paisajes de lino blanco y sombreros de panamá, rodeada de brocados orientales, rojos y dorados, mientras la espesa vegetación desfila, indomable tras las ventanas.

De vez en cuando Marieta cierra los ojos y viaja, de Paris a Estambul.
La podéis encontrar en el restaurante, con un cigarrillo en la mano y una copa de whisky. Observando al resto de los viajeros. Acumulando sellos en su pasaporte.

* Cate Blanchett, fotograma de El buen alemán