05 marzo 2007

Viaje a Paraguay

Viaje a Paraguay

Parte I.
Guapísimo

Puedo escribir gracias a que el avión de Tam está retrasado… y que anuncian su salida cada media hora…empiezo a acostumbrarme…
Mi despertar fue de lo más dulce, a las 6 am insecticida congelado a la salida de la ducha…no es lo mejor que podía haberme pasado…. Me puse repelente hasta en la cabeza, resultado, a la porra el brushing y una manicura francesa que se volvió negra… y claro a esas horas una no está para encontrarle demasiadas soluciones….

Por una vez me dio tiempo a hacer las maletas y organizar la casa… llevo dos teléfonos, una agenda electrónica, tropecientos mil cargadores y este portátil…. Toda una odisea.
Tremendo pinzamiento al cerrar la puerta bajo la mirada hyper triste de Lola… Mariposas en el estomago.
Apesto a insecticida.

Mientras me dirigía a la cafetería cruce de miradas… con un hombre guapísimo. Cosa rara en un aeropuerto, no sé a quien se le ocurrió que los aeropuertos eran un buen sitio para ligar…

La cuestión es que llevo un rato en la cafetería en plan ejecutiva súper atareada esperándolo cuando Guapísimo se acerca, duda, me mira, se pone a mi lado y saca su portátil. Miradas por encima de los respectivos ordenadores, Guapísimo guarda el suyo y parece querer acercarse….
Y en ese preciso instante suena su móvil, que atiende de forma dulce y suave alejándose para hablar… está claro, olvídate Marietta, llamó la mujer/novia que comparte su vida...
¡Ya me extrañaba a mi!

Tras un par de falsas alarmas aquí sigo, en el aeropuerto conectada con la oficina e intentando sacar algo de provecho a esta espera.

Lástima… estaba realmente bien.

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Parte II

Por fin en el hotel….
Tras más de tres horas de retraso, al salir del avión lo primero que me llama la atención es el calor. 35 grados, casi como una bofetada. Un calor húmedo que pesa, y empalaga.
Llegada al hotel, ducha en clave uno con mi primera cita esperando en el lobby… Aerosol congelado para los mosquitos, traje, ordenador portátil, presentaciones y rumbo a la primera reunión.

Por suerte esta última se desarrolla bastante bien y regreso al hotel, con parada para comprar la prensa local.
Sándwich club en el bar del hotel, a las 19.00 horas paraguayas, porque con los retrasos no dio tiempo ni de comer.
Y ahora en mi habitación gigante preparo un baño, para despegarme del calor y del repelente, pediré la cena frente a la tele (¡tienen Sushi!, y veo TV5).
De repente me siento, casi casi, en el paraíso.

2 comentarios:

10050 Cielo Drive dijo...

Y yo que pensaba que el insecticida se quedaría como la laca, pero no, vaya!!

Rociarse de insecticida, jajajaja.
Por eso el guapísimo no se acercó...porque gracias al insecticida estabas evitando moscones!!!!!

Gitane dijo...

jaajajjaja muy bueno Marie, aunque creo que por este me dejo picar ...