19 febrero 2007

la Bombonera

Domingo a media mañana en San Telmo. Marieta oficia de cicerone para dos compañeros de trabajo durante el fin de semana en BsAs.
Juega el Boca en la Bombonera con la particularidad de ser el primer partido de Riquelme de nuevo en casa…. Obviamente no hay una entrada en todo BsAs.
La noche anterior Marieta mencionó la posibilidad de encontrar alguna entrada en reventa y Compi1 quiere ir como sea… solo que Compi1 tiene una pinta de turista terrible, que en nada se asemeja al perfil de un hincha del Boca y que es muy poco recomendable en los alrededores del estadio.
Para aquellos que no lo conozcan diremos que el estadio se encuentra en un barrio poco recomendable para los no porteños con acento transoceánico…

Y aunque Marieta tampoco tenga look de ser del barrio decide que por la integridad física y moral de sus compis, casi mejor que se encarga ella de las entradas.
Dicho y hecho.
Se acerca a dos policías (bueno vale la reventa es ilegal en todas partes pero no pareció importarles) a preguntarles cuales son las probabilidades de que le vendan entradas truchas, quienes le confirman no solo que juega Riquelme (léase ni en pedo* encuentras una entrada a tres horas del partido), sino que le van a endorsar falsas entradas y encima con esa cara le van a robar todo lo que lleve encima.
Marieta no se desanima y opta por dirigirse a los taxistas. Bajo la atenta mirada de la policía que opina que los taxistas no tienen ni idea.
Taxi 1, lo siento no tengo contactos en eso pero hablá con el pibe aquel de la gorra
(lo de pibe lo acabo de inventar, dijo tipo, pero lo de hablá es cierto)
Marieta se acerca cautelosamente y para despistar al taxista de unos turistas yankees que se dirigían a Caminito y que acabamos metiendo en Taxi 1, toma al taxista de la mano y le susurra al oído:

Mira tengo un problema, mis amigos quieren ir al partido del Boca pero no tenemos entradas, y si voy yo a la reventa no solo me van a vender entradas truchas sino que además nos van a desplumar… tu amigo dice que puedes ayudarme… ¿conoces a alguien?

Taxi 2, puedo tener un contacto pero la verdad es que está difícil
Marieta, ¿pero puedes? (con ojos suplicantes y morritos caprichosos)
Taxi 2, si claro, ¿te vienes?

Y los tres se suben al taxi rumbo a la Boca, escoltados por el primer taxi y los yankees…. Sube la adrenalina, risa y nervios en el taxi, todo el mundo está súper excitado (bueno los Compis un poco flipados) y Marieta insiste al taxista en que más vale que sean entradas validas porque va a anotar la matrícula y el número de licencia.
El taxista, de nombre Sergio (pero eso solo se sabe al final de la historia) se “la pasa” tranquilizándola y promete comparar los tickets con los del resto de la fila.

El grupo llega al estadio, el taxi circula despacio y Sergio hace correr la voz entre los “aparcacoches” de que busca entradas. Acto seguido se baja del coche y recomienda a Marieta que lo deje hablar a él y que no enseñe el dinero. Marieta le pasa los pesos discretamente.
Se aleja.
A los pocos minutos regresa y le dice, ¿sabés manejar?
Unos segundos de indecisión** y, si claro, ¿por? (aquí gran orgullo de Marieta que hacía 1 año y cinco días que había aprendido a conducir***).
Sergio, ¿no te animás a aparcar el auto allí? Pero en la vereda de la derecha por favor

¡Y Marieta condujo su primer taxi porteño****!
Fina estampa.

Al cabo de un tiempo regresó nuestro caballero andante, con entradas ¡qué prometió haber chequeado con las de otros asistentes al partido!
(efectivamente los Compis pudieron ver el partido).
Despedida súper rápida de los compis a los que el taxi dejó lo más cerca posible de la cola y regreso a San Telmo, para comer en un lugar que le encanta a Marieta.
Por supuesto al regreso el taxi contaba tan solo con dos ocupantes, Marieta y Sergio….

Marieta, no me digas que me vas a tirar los trastos...
Sergio muerto de la risa ante la expresión, ¿los trastos? ¿Y eso qué es? ¿tirarte los galgos?
Marieta partida en dos, ya te vale, vete encerrando los perros
Sergio, jajjaaja no lo puedo creer, después de todo lo que acabamos de hacer
Marieta, ¿????
Sergio, me tomaste de la mano. Me morí, ¡si hasta manejaste mi auto!
Marieta: ¡que se te escapan los galgos!
Y Marieta se moría de la risa ante el desconcierto (calculado y cómico) de Sergio.
Por supuesto Sergio fue a buscarla a San Telmo unas horas más tarde, la invitó a un café, la acompañó a por sus maletas y de ahí al aeropuerto.
Eso si con bajada de bandera.

El must: muchísimas gracias Sergio, ahora en serio, por el paseo, la negociación de las entradas y la caballerosidad demostrada.


* ni de coña

**claro, Marieta estaba acostumbrada a decir que no

***y sí, me dieron el carné el 14 de febrero (que guasa) del 2007

**** de todos es conocida la pasión de Marieta por conducir taxis de distintas nacionalidades, mientras Pirez conduce prototipos de Ferrari en Sudáfrica.
(como que a Marieta la vena le salio más camionera ¿no?)

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