03 junio 2008

Estrés anal


Hace unos días una muy buena amiga me contaba que creía haberlo visto todo hasta su visita de la mañana al médico.
Resulta que sentía unas molestias en el ano, dicho sea de paso lo suficientemente dolorosas como para que una se anime a que le revisen esta parte de su anatomía, que tampoco es que vayamos presumiendo de ella por ahí.

La cuestión es que una vez cómodamente instalada en la camilla, de costado, el médico le abrió los cachetes y con toda la naturalidad del mundo le soltó: ¿tú estás muy estresada no? A lo que mi amiga que acaba de salir de una etapa reaaalmente estresante y haciendo acopio de toda su seriedad contestó, ¿lo dices por la cara que pongo? No, le dice el médico, lo digo porque tienes el ano estresado.
¿Cómo?

Os ahorro la cara de la rubia (porque mi amiga lo es) ante la observación, aunque os cuento que el tratamiento es a base de nitroglicerina, lo cual también es motivo de risas entre los enterados.

Y desde aquí reivindico a todas las que tenemos alma de rubia.

2 comentarios:

leila dijo...

Ja, quisiera saber de qué otra forma puede lucir un ano cuando lo escrutan tan concienzudamente. Pobre bicho. Besos!

marc dijo...

jejee... Gran blog! Abrazos!